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Item Open Access11. ¿Qué tanto ayuda la tasa de usura al consumidor?(Banco de la República) Villamizar-Villegas, Mauricio; Taboada-Arango, BibianaEl capítulo once, examina la implementación, evolución y los efectos de la tasa de usura en Colombia, definida como el tope máximo que una entidad financiera puede cobrar por intereses sobre un préstamo. Aunque la tasa de usura busca proteger a los consumidores, su impacto ha generado un debate significativo en la literatura económica debido a sus posibles efectos negativos sobre el acceso al crédito.Capítulos de libro. 2024-11-22Capítulo 11.¿Qué tanto ayuda la tasa de usura al consumidor?. Pág.:117-129Item Open AccessReport of the Board of Directors to the Congress of Colombia - July 2021(Banco de la República) Board of Directors; Restrepo, José Manuel; Board Members; Carrasquilla-Barrera, Alberto; Soto-Losada, Carolina; Steiner-Sampedro, Roberto; Villamizar-Villegas, Mauricio; Taboada-Arango, Bibiana; Jaramillo-Vallejo, Jaime; Gerente General (Governor); Villar-Gómez, LeonardoIn compliance with Act of Congress 31/1992, Article 5, the Board of Directors of Banco de la República hereby submits to the honorable Congress of the Republic of Colombia a detailed report on the measures that Banco de la República has taken in the emergency situation generated by Covid-19 and presents the macroeconomic results for the first half of 2021 and the outlook for what remains of the year for its consideration. Furthermore, the breakdown of the foreign reserves and their performance, the financial position of the Bank and its forecasts, and the changes in payments in the Colombian economy are described.Reportes, Boletines e Informes. 2022-02-03Report of the Board of Directors to the Congress of the Republic - July of 2021Item Open AccessInforme de la Junta Directiva al Congreso de la República, julio de 2024(Banco de la República) Bonilla-González, Ricardo; Acosta-Navarro, Olga Lucía; Steiner-Sampedro, Roberto; Villamizar-Villegas, Mauricio; Taboada-Arango, Bibiana; Jaramillo-Vallejo, Jaime; Villar-Gómez, LeonardoEn el primer trimestre de 2024 las cifras del DANE mostraron que la economía alcanzó un crecimiento del 0,9 % anual; aunque moderado, este resultado confirmó la senda de recuperación que trae la economía. La política monetaria ha jugado un papel fundamental para contener las presiones inflacionarias. Esto ha permitido que la inflación haya exhibido una tendencia descendente, que continuó en el primer semestre de 2024. Las reservas internacionales netas totalizaron USD 60.901 millones al 30 de junio de 2024, lo que significa un ligero aumento durante lo corrido del año. Para 2024, la utilidad del Banco de la República se proyecta en COP 8.795 miles de millones. Entorno macroeconómico internacional La economía mundial continuaría creciendo en 2024 a un ritmo levemente superior al 3 %, según los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (3,2 %) y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (3,1 %). Este dinamismo es inferior al promedio histórico de prepandemia, debido a las consecuencias de largo plazo del covid-19; la invasión de Rusia a Ucrania; y la creciente fragmentación geoeconómica, entre otras razones. Diversas economías de países avanzados y algunas emergentes, en particular los Estados Unidos y algunos países de Asia, han registrado crecimientos favorables debido a demandas agregadas fuertes, consumos privados dinámicos y elevado gasto público. Al tiempo, la inflación ha estado a la baja, pero con valores que superan las metas de sus bancos centrales. En varios países en desarrollo, las presiones inflacionarias han sido significativas debido al traspaso de los elevados costos internacionales de alimentos, energía y fertilizantes, como también a depreciaciones de sus monedas por encima de lo esperado. Esos factores han afectado el crecimiento de esas economías, en medio de políticas monetarias restrictivas. Actividad económica en Colombia En el primer trimestre de 2024 las cifras del DANE mostraron que la economía alcanzó un crecimiento anual del 0,9 %. Aunque moderado, este resultado confirmó la senda de recuperación que trae la economía luego de la contracción anual en el tercer trimestre de 2023 (-0,7 %), seguida por un crecimiento del 0,4 % anual en el último trimestre del año anterior. Desde el punto de vista del gasto, el crecimiento anual observado en el primer trimestre de 2024 fue impulsado por la demanda externa neta, dada una caída anual de las importaciones (-13,3 %) y un aumento anual de las exportaciones (2,4 %). Por el lado de la oferta, el sector agropecuario, los servicios de administración pública, salud y educación, y las actividades artísticas y de entretenimiento fueron los que más crecieron anualmente. La política monetaria restrictiva y las mayores tasas de tributación que caracterizaron el ajuste de 2023, continuaron incidiendo sobre el gasto agregado de la economía, el cual también se vio afectado por los bajos niveles de confianza empresarial y del consumidor. En el curso del segundo trimestre la economía habría continuado aumentando su ritmo de crecimiento, impulsada por el buen desempeño del sector agropecuario y el dinamismo de algunos servicios relacionados con la administración pública, la salud, la educación y el entretenimiento. El equipo técnico del Banco de la República (Banrep) prevé que en la segunda mitad del año la economía continuaría mejorando gradualmente su dinamismo para alcanzar un crecimiento alrededor del 1,8 % en todo 2024 y seguir acercándose a su crecimiento potencial en 2025. Empleo A comienzos de 2024 se registraron incrementos de la tasa de desempleo impulsados por el deterioro de la ocupación, después de lo cual este indicador ha permanecido relativamente estable. Así, entre diciembre de 2023 y mayo de 2024 la tasa de desempleo del agregado nacional subió 0,2 puntos porcentuales (pp) para llegar a 10,5 % en mayo. El número de ocupados se mantuvo relativamente estable para el agregado nacional, con niveles cercanos a los 22,9 millones (m) de empleos. La reducción del empleo asalariado, junto con el crecimiento reciente del segmento no asalariado, explican el aumento de la tasa de informalidad. Esta última se ubicó en el 56,2 % en mayo de 2024, superior en un punto porcentual a la registrada en diciembre de 2023. Inflación y política monetaria La inflación total en junio se ubicó en 7,2 %, inferior de la observada en diciembre anterior (9,3%), y muy por debajo del máximo que esta alcanzó en marzo de 2023 (13,3 %). La tendencia decreciente de la inflación ha sido principalmente el resultado de una política monetaria restrictiva llevada a cabo por la Junta Directiva del Banco de la República (JDBR) mediante incrementos progresivos de la tasa de interés de intervención iniciados a partir de septiembre de 2021. La decisión de la JDBR de emprender un ciclo de relajamiento de la política monetaria a partir de diciembre pasado, tuvo como fundamento la tendencia decreciente que la inflación anual venía exhibiendo desde abril de 2023 y la evidencia de que la política monetaria restrictiva estaba cumpliendo con su objetivo de reducir el exceso de gasto de la economía. Para julio de 2024 se completó un recorte acumulado de 2,5 puntos porcentuales de la tasa de interés de política, que la ubicó en 10,75 %. Balanza de pagos Como proporción del producto interno bruto (PIB) trimestral, el déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos se redujo del 3,7 % del PIB en el primer trimestre de 2023 al 1,9 %, en el primer trimestre del presente año. La disminución del balance deficitario de la cuenta corriente se explicó por la variación favorable del rubro renta de los factores, la balanza comercial de servicios y los ingresos netos por transferencias corrientes. Para 2024 el equipo técnico proyecta un déficit en cuenta corriente cercano al 2,8 % del PIB, moderadamente superior al déficit del 2,5 % observado en 2023 y significativamente menor al déficit del 6,1 % del PIB registrado en 2022. El menor déficit en la cuenta corriente hace que la economía colombiana sea menos vulnerable a choques negativos externos. Finanzas públicas El Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2024 (MFMP-24) presentado por el Ministerio de Hacienda a mediados de junio, muestra que el Gobierno General arrojó un déficit de 2,7 % del PIB en 2023, lo que significa una reducción de 3,6 pp con respecto al de 2022. Este ajuste se explica por la mejora en los balances del subsector de seguridad social¸ del resto del nivel central al cual pertenece el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), y del Gobierno Nacional Central (GNC). Se destaca el superávit del FEPC, que cerró en 0,4 % del PIB en 2023, en contraste con el déficit del 1,3 % registrado un año atrás. El ajuste de las finanzas públicas del GNC en 2023 estuvo respaldado por el impulso en el recaudo tributario derivado de las reformas aprobadas en 2021 y 2022, así como por el buen dinamismo de la actividad económica y petrolera en esos años. Según el MFMP-24, en 2023 el déficit fiscal y la deuda neta del GNC alcanzaron 4,3 % y 53,8 % del PIB, respectivamente. Los pronósticos de déficit fiscal del MFMP-24 son consistentes con el cumplimiento de la regla fiscal. No obstante, según lo plantea el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF), existen riesgos alrededor de las expectativas de recaudo y de gasto. Reservas internacionales Las reservas internacionales netas totalizaron USD 60.901 m al 30 de junio de 2024, lo que significa un aumento de USD 1.293 m durante lo corrido del año. Este aumento se debe, principalmente, al programa de acumulación de reservas anunciado por la JDBR en diciembre de 2023. El rendimiento de las reservas internacionales en lo corrido del año, excluyendo el componente cambiario, asciende al 1,43 % (USD 864 m). Este resultado se explica, principalmente, por los mayores niveles en las tasas de interés que han tenido un impacto positivo en la rentabilidad de las reservas internacionales. Se considera que una economía mantiene niveles adecuados de reservas si, entre otros indicadores, la razón de reservas a nivel adecuado (ARA, por sus siglas en inglés) se ubica entre 1,0 y 1,5. Con información disponible a junio de 2024, el ARA del FMI calculado para Colombia se ubicaba en 1,24. Utilidades del Banco de la República La utilidad del Banco de la República al finalizar el primer semestre de 2024 ascendió a COP 4.088 miles de millones (mm), como resultado de ingresos por COP 5.903 mm y de egresos por COP 1.815 mm. Esta utilidad fue superior en COP 39 mm a la registrada en el mismo período de 2023. Los ingresos durante este período respondieron, mayoritariamente, al rendimiento de las reservas internacionales, el cual ascendió a COP 3.770 mm, con un incremento de COP 237 mm frente al recibido en el primer semestre del año anterior. Los egresos se originaron principalmente por la remuneración a los depósitos del Gobierno Nacional en el Banrep, la cual ascendió a COP 683 mm con una reducción de COP 812 mm con respecto al primer semestre de 2023, debido principalmente a los menores saldos promedio mantenidos en el Banrep. Para 2024 se proyecta una utilidad de COP 8.795 mm, inferior en COP 431 mm a la observada en 2023. Esta estimación tiene un alto grado de incertidumbre, teniendo en cuenta los riesgos asociados con la evolución del rendimiento de las reservas internacionales, al igual que con el crecimiento y las fuentes de expansión de la base monetaria. Recuadro 1: Comentarios del Banco de la República a su designación como administrador del Fondo de Ahorro del Pilar Contributivo del Sistema de Protección Social Integral para la VejezRecuadro 2: Determinantes de la velocidad de ajuste de la TPM.Recuadro 3: Suministro de liquidez primaria por parte del Banco de la República, 2023-2024Reportes, Boletines e Informes. 2024-08-02Informe de la Junta Directiva al Congreso de la República - Julio de 2024Item Open Access1. ¿Debe el Banco de la República subir la tasa de interés cuando hay choques de oferta?(Banco de la República) Taboada-Arango, Bibiana; Villamizar-Villegas, MauricioEn el primer capítulo, los autores introducen al lector en uno de los temas que se discute de manera recurrente en el debate público, es si el Banco de la República debe tomar medidas (y cuáles) ante choques inflacionarios causados por factores exógenos que generan una contracción en la producción (escasez en la oferta) y que pueden resultar en el incremento de precios, analizando la reacción óptima de la política monetaria ante este tipo de fenómenos y explican por qué puede ser necesario que el Banco tome medidas para paliar sus efectos.Capítulos de libro. 2024-11-22Capítulo 1. ¿Debe el Banco de la República subir la tasa de interés cuando hay choques de oferta?. Pág.:29-32Item Open Access20. Retos de la comunicación y la credibilidad en la política monetaria(Banco de la República) Taboada-Arango, Bibiana; Villamizar-Villegas, MauricioLa comunicación y la credibilidad son pilares fundamentales para la efectividad de la política monetaria. Taboada y Villamizar, en este capítulo analizan cómo los bancos centrales, particularmente el Banco de la República de Colombia, ha logrado avances significativos en estas áreas, pero enfrenta el reto de reforzarlas tras el impacto de la pandemia. Un enfoque continuo en estas dimensiones fortalecerá la efectividad de la política monetaria y consolidará la estabilidad económica del país.Capítulos de libro. 2024-11-22Capítulo 20.Retos de la comunicación y la credibilidad en la política monetaria. Pág.:207-216Item Open Access10. ¿Cuáles son los canales de transmisión de la política monetaria?(Banco de la República) Villamizar-Villegas, Mauricio; Taboada-Arango, BibianaEste capítulo explora cómo la política monetaria, a través de diversos instrumentos, impacta el sector real de la economía mediante tres canales principales: la tasa de interés, el crédito y el tipo de cambio. Estos canales permiten influir en variables como producción, empleo, inversión y consumo, contribuyendo a estabilizar los ciclos económicos. El análisis destaca la importancia de combinar estrategias convencionales y no convencionales para maximizar el impacto de la política monetaria en economías abiertas y globalizadas. Además, subraya la necesidad de considerar los rezagos y la credibilidad en las decisiones de política.Capítulos de libro. 2024-11-22Capítulo 10.¿Cuáles son los canales de transmisión de la política monetaria?. Pág.:109-115Item Open AccessEvolución de las transferencias monetarias en Colombia(Banco de la República) Acosta, Karina; Taboada-Arango, Bibiana; Otero-Cortés, Andrea Sofía; Bonet-Morón, Jaime; Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER)Los programas de protección social se han convertido en una herramienta indispensable y muy efectiva para mejorar las condiciones de vida de la población en situación de pobreza y vulnerabilidad. Este documento revisa los cinco principales programas de transferencias monetarias en Colombia, y estudia su historia, focalización, cobertura, operatividad y los compromisos fiscales derivados de su implementación. Asimismo, hace una revisión de las evaluaciones de impacto de estos programas y sus resultados en múltiples indicadores sociales. Este trabajo es un primer intento de consolidar la información existente sobre el tema en Colombia, que permite entender de manera comprehensiva el alcance y retos de estos programas, así como identificar posibles áreas de investigación y mejoras.Documentos de trabajo. 2023-04-14Documentos de Trabajo Sobre Economía Regional y Urbana; No. 315Item Open AccessInforme de la Junta Directiva al Congreso de la República - Febrero de 2025(Banco de la República) Guevara-Castañeda, Diego Alejandro; Villamizar-Villegas, Mauricio; Acosta-Navarro, Olga Lucía; Taboada-Arango, Bibiana; Moisa-Elicabide, Laura Carla; Giraldo-Giraldo, César Augusto; Villar-Gómez, Leonardo; Steiner-Sampedro, Roberto; Jaramillo-Vallejo, JaimeEl Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial estiman que la economía global creció un 3,2 % en 2024, ritmo similar al observado en 2023 (3,3 %). Este resultado ocurrió en un contexto de moderación de la inflación, la cual indujo a los bancos centrales de las economías avanzadas a iniciar un ciclo de reducción de las tasas de interés de política monetaria, en tanto que varios países de América Latina prosiguieron con los recortes iniciados con antelación. Este alivio ofreció un estímulo al consumo privado en muchos países, que en el caso de Estados Unidos impulsó su crecimiento por encima de las proyecciones iniciales. Otras economías, como Brasil, mostraron también sorpresas positivas en su crecimiento como respuesta al mayor consumo privado y a la expansión del gasto público. En China el crecimiento económico alcanzó el objetivo del gobierno del 5,0%, luego de la implementación de medidas de impulso fiscal y monetario. En Europa se dio una ligera recuperación económica, favorecida por la menor inflación y la reducción de las tasas de interés, aunque algunas economías de la zona, como Alemania, continuaron enfrentando dificultades en su sector industrial y un bajo crecimiento económico. La moderación de la inflación en varios países, luego de los altos niveles observados en los dos años anteriores, se vio limitada durante el segundo semestre de 2024 por incrementos en los costos de la energía y la persistencia en la inflación de los servicios. Fue así como en algunas economías avanzadas, tales como Canadá, la zona del euro y el Reino Unido, donde la inflación total había retornado en septiembre al objetivo de sus bancos centrales, volvió a repuntar en los últimos meses del año. Asimismo, en Estados Unidos la inflación aumentó hacia finales del año, y se ubicó en el 2,9% en diciembre. Esto limitó la corrección de la inflación en los países miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la cual entre 2023 y 2024 disminuyó del 5,9% al 4,7% para la inflación total, y del 6,7% al 4,9% para la inflación básica. En América Latina, en donde el ciclo de endurecimiento de la política monetaria había empezado primero que en las economías avanzadas, se observó una dinámica heterogénea en materia inflacionaria. En los casos de Chile, Brasil y México la inflación aumentó en los últimos meses del año, y al cierre de 2024 se ubicó en el 4,5% para Chile; 4,8% en Brasil y 4,2% en México, en tanto que en Perú se mantuvo a la baja, hasta ubicarse en un 2,0 % al final del año, el punto medio de su rango meta. En Colombia la inflación continuó moderándose a lo largo del año, a pesar de lo cual terminó en el 5,2% en 2024, cifra por encima del nivel registrado en los principales países de la región.Reportes, Boletines e Informes. 2025-02-28Informe de la Junta Directiva al Congreso de la República - Febrero de 2025Item Open AccessRecuadro 1: La historia del dinero contada desde las islas Yap(Banco de la República) Villamizar-Villegas, Mauricio; Taboada-Arango, BibianaLas islas Yap, en Micronesia, destacan por su sistema único de moneda: las rai, enormes discos de piedra caliza que servían como depósito de valor. Este sistema refleja conceptos universales sobre la confianza y el valor del dinero, comparables con el patrón oro. La experiencia de Yap ilustra cómo el dinero depende más de la confianza y el consenso social que de su valor intrínseco. Este sistema resalta principios fundamentales del funcionamiento monetario moderno, desde el respaldo físico hasta la transición hacia monedas fiduciarias basadas en la confianza.Capítulos de libro. 2024-11-22Capítulo Recuadros. Pág.:271-273Item Open AccessMitos y realidades de la política monetaria(Banco de la República) Taboada-Arango, Bibiana; Villamizar-Villegas, Mauricio; Uribe-Escobar, José Darío; Echavarría-Soto, Juan José; Villar-Gómez, LeonardoLos capítulos del libro abarcan un amplio rango de temas monetarios, tanto convencionales como no convencionales. Además, introducen la discusión de temas de política monetaria que solo recientemente se han estudiado con detenimiento en círculos académicos y de hacedores de política. También revisan las complejas interrelaciones entre variables macroeconómicas clave y sus implicaciones de política pública. Los autores organizan sus 25 capítulos y 3 recuadros en torno a preguntas centrales de la teoría monetaria, como la compleja relación entre la inflación, el empleo y el crecimiento del producto. También analizan las bondades para la economía colombiana de un sistema de tasa de cambio flexible, sin descartar la posibilidad de intervenir en el mercado cambiario cuando las condiciones de la economía lo ameriten. Este libro presenta de manera rigurosa, didáctica y amena diversos ensayos sobre temas propios de la banca central que afectan de manera directa o indirecta el bienestar de la gente.Libros Banco de la República. 2024-11-22Item Open AccessReport of the Board of Directors to the Congress of Colombia, July 2023(Banco de la República) Bonilla-González, Ricardo; Acosta-Navarro, Olga Lucía; Steiner-Sampedro, Roberto; Villamizar-Villegas, Mauricio; Taboada-Arango, Bibiana; Jaramillo-Vallejo, Jaime; Villar-Gómez, LeonardoIntroduction The Colombian economy continued to make progress in the adjustment process required to correct macroeconomic imbalances and control the inflationary pressure that had accumulated during the first half of 2023 from the various supply shocks and rapid expansion of demand during 2021 and 2022, which exceeded the economy’s potential growth. The ongoing economic adjustment has been made possible by the moderation of domestic demand growth and the gradual unwinding of the supply shocks that raised production costs. Domestic demand began to slow down in the last few months of 2022 and contracted -0.2% in the first quarter of this year due to slower growth in household consumption and a fall in gross capital formation. Lower international prices for raw materials, the gradual normalization of supply chains, and the appreciation of the exchange rate, in turn, have contributed to dissipate supply shocks. This has been reflected in a decrease in annual producer price inflation from a level of 19.2% at the end of 2022 to 4.7% in June 2023.1 The sluggishness of domestic demand has been reflected in a progressive slowdown in economic activity. Thus, the GDP registered an annual growth of 3.0% in the first quarter of 2023, a rate equivalent to one third of the average annual growth noted during the first three quarters of 2022 (9.1%). According to the economic monitoring indicator (EMI) prepared by DANE, this loss of strength continued in April and May as variations in this indicator of -0.8% and 0.6%, respectively, were registered compared to the same months in 2022. These results were lower than those seen in March (1.4%) in the seasonally and calendar-adjusted EMI series. This suggests that GDP growth will continue to decline in the second quarter and is consistent with the technical staff’s forecast that GDP growth will be slightly below 1.0% for 2023. In spite of the ongoing economic slowdown, the labor market continues to show strength as can be deduced from the continuous decline in the unemployment rate in the national aggregate up to the moving quarter ended in May (10.4%). This is its lowest value since the beginning of the covid-19 pandemic.2 The slowdown in economic activity was, in part, expected to result from the restrictive monetary policy adopted by Banco de la República to control inflationary pressure. A less expansionary fiscal policy than in 2022 may also be contributing to the lower economic activity based on the forecasts presented in the 2023 Medium-Term Fiscal Framework (MTPF-23). Added to this was a slowdown in foreign demand that was relevant for the country due to the lower growth of our trading partners in an international context of high monetary policy interest rates, inflation rates that exceeded their targets, and high uncertainty generated by the prolongation of Russia’s invasion of Ukraine. The Board of Directors of Banco de la República (BDBR) has been reiterating the need to proceed with this adjustment process in its various communications in order to achieve a gradual return of inflation to the 3.0% target, correct macroeconomic imbalances, and ensure the sustainability of economic growth in the long term. The constitutional responsibility that falls on Banco de la República, which was emphasized in the last Report to Congress, requires maintaining low and stable inflation in line with economic policy in general so as to support sustainable economic growth and a bankable foreign balance. Monetary policy decisions have been adopted with the support of the solid institutional and technical basis that supports the inflation targeting regime based on the experience accumulated over more than two decades by the Central Bank. The specific motives that the BDBR has had for undertaking a monetary tightening process and the strongest ones since Banco de la República adopted the inflation targeting strategy have been complex and diverse in nature. Inflationary pressure initially came from foreign and domestic supply shocks that pushed the costs and prices of food and other consumer products up. Added to this was pressure from the exchange rate. These shocks led to an increase in inflation expectations, and this triggered a process of price indexation which was exacerbated by the excess demand that emerged in 2022. The monetary policy response sought to reduce excess demand, contain the rise in expectations, and limit the effects of price indexing by increasing interest rates. All of this creates the right conditions to allow inflation to begin to decline as the supply shocks subside and thereby alleviate cost pressure. This is a process that is being accomplished albeit with some delay, but which, given the time that the monetary policy has been in place, has already begun to produce results as shown by the recent decline in the inflation rate and the downward revision of expectations for it at different periods. In accordance with the constitutional mandate to ensure coordination of monetary policy with the general economic policy in addition to mitigating inflationary pressure, the monetary adjustment has been fulfilling the purpose of correcting macroeconomic imbalances that jeopardize the stability of the Colombian economy. With respect to this, there is no doubt that the 7.3% GDP growth in 2022 was outstanding since it was more than double the global growth (3.5%) and far exceeded the expansion of Latin America and the Caribbean (3.9%) based on IMF figures. Such high economic strength brings important gains in well-being, particularly when it reduces unemployment rates as has been the case in Colombia. However, this growth is unsustainable because it is based on a fiscal situation that is largely in deficit and a worrying increase in household indebtedness. This generated an excess of aggregate demand that not only put upward pressure on inflation and expectations for it but also expanded the current account deficit of the balance of payments to historically high levels for several years. The current account deficit went from an already high level of 5.6% of the GDP in 2021 to one of 6.2% of the GDP in 2022 and was one of the highest seen in Colombia. The increase in the foreign imbalance in 2022 occurred in a year in which international crude oil, coal, and coffee prices remained at favorable levels. This contributed to the positive performance of exports. Nevertheless, in order to cover supply shortages, the economy significantly increased its demand for imports thus preventing a reduction in the foreign imbalance. As a result, the Colombian economy resorted to greater foreign indebtedness either as portfolio investment inflows or as direct indebtedness. All this shows how vulnerable the economy is when it maintains a level of spending that significantly exceeds its income. The restrictive monetary policy, together with the increase in the tax burden, has been inducing a progressive adjustment of these imbalances. The slowdown in domestic demand that began in the fourth quarter of 2022 was accompanied by a moderation in household consumption that had grown 3.0% in the first quarter of 2023 compared to a 9.5% increase in 2022. The latter has been reflected in a slowdown in consumer credit which went from growing at a close to 23% rate per annum at the end of the third quarter of the previous year to just under 7.0% per annum in mid-June 2023. If such a rapid expansion of consumer credit had continued, it could have generated an unsustainable situation in terms of households’ creditworthiness. Likewise, gross capital formation, which performed outstandingly well in 2022, began to show adjustments in its main components. The main source of this correction has been investment in machinery and equipment which, in the first quarter of the year, showed declines in both quarterly and annual terms, mainly in the transportation equipment sector. Along with the progress in correcting the macroeconomic imbalances, total inflation broke off the upward trend it had maintained until March 2023. Indeed, after reaching a level of 13.1% at the end of the previous year, total inflation remained stable at around 13.3% during the first three months of 2023, then began to declineas of April and reached 12.1% in June. Food was the item that contributed most to this change in trend since its annual variation went from 27.8% last December to 14.3% in June. This variation has been offset to some extent by the increase in inflation of regulated products due to successive increases in gasoline prices. Core inflation (excluding food and regulated products), in turn, continues to show rigidity as it stood at 10.5% in June and thus reflected price indexation processes. The services sub-basket has been particularly affected by the indexing which has been compounded by labor cost pressures, rising food prices that have put upward pressure on eating out and the high demand for entertainment services. This behavior should gradually diminish as the effects of monetary policy are eventually passed through to the economy, and the downward trend in inflation is reflected in a downward revision in the public’s expectations of price changes. This is in line with the technical staff’s forecasts and the market’s expectations that anticipate declining inflation over the next two years. ________________________________________________________________________________________ 1 This corresponds to the annual change in the domestic supply PPI. 2 At the close of this Report, data was released from the General Integrated Household Survey for June in which the unemployment rate remained stable in its seasonally adjusted measurement of the national aggregate for the quarterly moving average (10.3%) although there was a reduction in the June data. Boxes Box 1 - Recent Changes in the Savings-Investment Balance and its Financing Box 2 - Economic Effects of Indexation and its Prevalence in Colombia Box 3 - Resilience of the Colombian Financial System: Analysis Based on the Recent Period of Banking Stress in the U.S. Box 4 - The Recent Digitization of Payments in ColombiaReportes, Boletines e Informes. 2024-06-24Report of the Board of Directors to the Congress of Colombia, July 2023Item Open Access13. ¿Puede el banco central financiar al Gobierno?(Banco de la República) Taboada-Arango, Bibiana; Villamizar-Villegas, MauricioEl capítulo aborda el impacto y las implicaciones del financiamiento directo del gobierno por parte de los bancos centrales, resaltando su relación histórica con la inflación y la importancia de mantener la independencia de las autoridades monetarias para garantizar la estabilidad macroeconómica. Para los autores, es esencial proteger la independencia del banco central frente a presiones gubernamentales, especialmente en contextos de alta demanda de financiamiento, como en la pospandemia. Esto asegura que las decisiones monetarias se mantengan enfocadas en la estabilidad económica a largo plazo.Capítulos de libro. 2024-11-22Capítulo 13.¿Puede el banco central financiar al Gobierno?. Pág.:139-146Item Open Access23. ¿Qué significa estar en recesión económica?(Banco de la República) Taboada-Arango, Bibiana; Villamizar-Villegas, MauricioEn este capitulo, los autores introducen al lector el concepto de recesión económica, para Taboada y Villamizar es un término ampliamente utilizado, pero su definición y medición varían entre países. En Colombia, si bien se han evitado recesiones recientes, los ajustes económicos siguen teniendo costos significativos.Capítulos de libro. 2024-11-22Capítulo 23.¿Qué significa estar en recesión económica?. Pág.:239-245Item Open Access9. ¿Cómo se relacionan las utilidades del sistema financiero con cambios en la tasa de política monetaria?(Banco de la República) Villamizar-Villegas, Mauricio; Steiner-Sampedro, Roberto; Taboada-Arango, Bibiana; Bernal-Rojas, ManuelaEl capítulo analiza la relación entre la tasa de política monetaria (TPM) y las utilidades del sistema financiero en Colombia, concluyendo que no existe una conexión sistemática entre ambas. Este resultado se debe a la naturaleza impersonal de las decisiones del Banco de la República y a la complejidad de los factores que afectan las utilidades de los bancos. Además, destaca la complejidad de los mecanismos de transmisión monetaria en economías con estructuras financieras concentradas como la de Colombia.Capítulos de libro. 2024-11-22Capítulo 9. ¿Cómo se relacionan las utilidades del sistema financiero con cambios en la tasa de política monetaria?. Pág.:97-107Item Open AccessRecuadro 3: ¿Qué es la tasa neutral, por qué importa y cómo se mide?(Banco de la República) Villamizar-Villegas, Mauricio; Taboada-Arango, BibianaEste recuadro se enfoca en la tasa de interés neutral, una herramienta fundamental para mantener la estabilidad económica. Su monitoreo permite ajustar políticas para evitar extremos de inflación o recesión, garantizando un crecimiento sostenible. En Colombia, su análisis contribuye a implementar políticas monetarias efectivas, reforzando la credibilidad del Banco de la República y su capacidad de estabilizar la economía.Capítulos de libro. 2024-11-22Recuadro 3:¿Qué es la tasa neutral, por qué importa y cómo se mide?. Pág.:281-286Item Open AccessReport of the Board of Directors to the Congress of Colombia, February 2025(Banco de la República) Guevara-Castañeda, Diego Alejandro; Villar-Gómez, Leonardo; Acosta-Navarro, Olga Lucía; Villamizar-Villegas, Mauricio; Taboada-Arango, Bibiana; Moisa-Elicabide, Laura Carla; Giraldo-Giraldo, César Augusto; Steiner-Sampedro, Roberto; Jaramillo-Vallejo, JaimeIn 2024, the macroeconomic adjustment process continued, characterized by a sustained reduction in inflation that began in 2023 and a decline in the current account deficit of the balance of payments. This adjustment took place in the context of a contractionary monetary policy, with a gradual reduction in the monetary policy interest rate. GDP grew by 1.7%, driven by investment and consumption, while employment increased by 2.2%. Foreign reserves remained at adequate levels, and Banco de la República recorded a profit of COP 10,041 billion, benefiting from the returns on foreign reserves. Macroeconomic environment The International Monetary Fund (IMF) and the World Bank estimate that the global economy grew by 3.2% in 2024, a rate similar to that observed in 2023 (3.3%). This occurred in a context of moderating inflation and declining monetary policy interest rates in most countries. Global inflation moderated over the course of 2024. However, inflation rebounded toward the end of the year in some advanced economies, mainly due to rising energy costs. In Latin America, inflation trends were mixed. While some economies experienced sustained price stability, in most cases, inflation remained above the targets set by their respective central banks. Monetary policy interest rates in most Latin American economies continued to decline, reflecting a moderation in inflation and inflation expectations. However, some countries in the region recently raised interest rates in response to renewed inflationary pressures. Oil production increased in 2024, leading to a 3% decrease in oil prices, with Brent crude averaging around USD 80 per barrel. However, geopolitical tensions prevented a more pronounced decline. The U.S. dollar appreciated against most currencies, driven by expectations that the Federal Reserve (Fed) would implement more gradual policy rate cuts. In 2025, global economic growth is projected to be similar to that of 2024, supported by declining inflation, wage recovery, sustained employment growth, and a less restrictive monetary policy stance. However, geopolitical tensions and U.S. trade policies introduce uncertainty. More gradual reductions in the Fed’s interest rate are expected, with the possibility of pauses if inflationary pressures resurface. In Latin America, central banks are expected to continue cutting interest rates, although monetary policy may remain contractionary where inflation has not yet reached target levels. Domestic economic activity Colombia’s GDP grew by 1.7% in 2024, reflecting a moderate recovery compared to the previous year. This occurred in an environment of lower interest rates, improved domestic demand, and an increase in remittances and exports. Private consumption and fixed capital investment—particularly in infrastructure projects such as the Bogotá metro—contributed to economic growth. However, investment in housing declined. Agricultural and services sectors led economic growth, while mining and manufacturing contracted. The loan portfolio experienced low nominal growth, though some segments showed signs of recovery toward the end of the year. For 2025, economic activity is expected to continue recovering, approaching its productive capacity and aligning with the convergence of inflation toward its target. Employment Employment grew by 2.2% in 2024, resulting in the creation of 508,000 jobs. This expansion was driven by rural areas, where employment increased by 3.2%, surpassing the 1.4% growth in urban areas. The commerce, accommodation, manufacturing, public administration, health, and education sectors were the primary contributors to job creation. Wage employment grew by 2.7%, exceeding pre-pandemic levels, while non-wage employment increased by 1.8%, leading to a decline in informality to 55.6%. The national unemployment rate fell by 0.6 percentage points, reaching 9.7%, with a more pronounced reduction in rural areas. For 2025, the unemployment rate is expected to remain stable, supported by a positive economic outlook. Inflation and Monetary Policy Headline inflation in Colombia fell significantly from 9.3% in 2023 to 5.2% in 2024, primarily due to a restrictive monetary policy that moderated domestic demand and contributed to a reduction in the current account deficit. Core inflation (excluding food and regulated products) declined from 8.4% to 5.2%, reflecting the effectiveness of contractionary monetary policy. Inflation of goods dropped sharply, from 7.1% to 0.6%, due in part to the resolution of logistical disruptions and the appreciation of the peso. In contrast, services inflation declined more moderately, from 9% to 7%, influenced by indexation to past inflation and the increase in the minimum wage. Prices of food decreased from 5.0% to 3.3%, driven by lower pressures on processed food prices, benefiting from reduced costs of imported raw materials and a favorable exchange rate. Prices of regulated items dropped to 7.3%, following smaller adjustments in gasoline prices (after the required increases in 2023) and lower electricity and public service tariff increases, except for gas prices, which continued to rise. Inflation is expected to continue converging toward the 3% target in 2025, with headline inflation projected to close the year at around 4.1%, continuing its downward path into 2026. However, new risks have emerged, including a recent rise in producer costs, a significant increase in the minimum wage, and a rebound in inflation expectations. Balance of payments Colombia’s current account deficit narrowed to 1.7% of GDP between January and September 2024, down from 2.5% in the same period in 2023. This improvement was driven by higher remittance inflows, an improved services trade balance, and lower factor income outflows. Remittances reached a record USD 11,848 million, with the United States and Spain as the main sources of these inflows. A decline in the profits of foreign direct investment (FDI) companies, particularly in the oil and coal sectors, also contributed to reducing external imbalances. The trade deficit widened due to a greater imbalance in the trade of goods within a context of lower commodity prices. However, this was partially offset by strong agricultural and industrial exports. Additionally, the good performance of service exports, supported by higher international tourist arrivals, helped contain a larger trade imbalance. The financial account recorded net capital inflows equivalent to 1.1% of GDP, lower than the 2.5% recorded in 2023, primarily due to a decline in foreign direct investment in mining, transportation, and oil. This was partially offset by growth in financial and business services investment. The current account deficit is estimated to have closed 2024 at 1.8% of GDP, with a projected widening to 2.5% in 2025, in line with higher expected economic growth and stronger domestic demand. Public finances According to preliminary figures from the 2025 Financial Plan (PF-25) presented by the Ministry of Finance and Public Credit (MHCP), Colombia’s General Government deficit reached 4.8% of GDP in 2024, marking a 2.1 percentage-point increase compared to 2023. This deterioration was mainly driven by a worsening in the balances of the Central National Government (GNC) (2.6 pp) and the Social Security subsector (0.4 pp), partially offset by a 0.8 pp improvement in Regional and Local Government balances. The reduction in the deficit position of the Fuel Price Stabilization Fund (FEPC for its acronym in Spanish) was notable, following gasoline price adjustments, which closed the gap between the reference price and local market prices. However, fiscal pressures persist due to ongoing subsidies for ACPM (diesel fuel). The total and primary deficits of the Central Government stood at 6.8% and 2.4% of GDP, respectively, driven by a decline in tax revenue—particularly from income and external taxes—alongside increased government spending. The net debt of the Central Government increased to 60% of GDP, exceeding previous forecasts. For 2025, a total and primary deficit of 5.1% and 0.2% of GDP is projected, with tax revenue expected to grow by 22.6%. Compliance with the fiscal rule and the stabilization of public finances will be critical in 2025, given the potential impact of fiscal slippage on the country’s risk premiums. Failure to meet fiscal targets could raise interest rates for both the Government and the broader economy. Maintaining credibility in fiscal policy will be key to preventing macroeconomic adjustments from exerting additional pressure on interest rates. International Reserves As of December 31, 2024, Colombia’s net international reserves stood at USD 62,481 million, reflecting an increase of USD 2,873 million during the year. This growth was primarily driven by returns on reserves, which reached 3.65%, benefiting from higher global interest rates, and Banco de la República's reserve accumulation program, which added USD 1,479.4 million to reserves. According to the IMF’s reserve adequacy methodology, Colombia maintains a reserve ratio of 1.29. This falls within the adequate range (1.0 – 1.5), indicating that Colombia’s reserves are sufficient to withstand extreme external shocks and balance of payments risks. Profits obtained by Banco de la República The Bank's profits reached a record COP 10,041 billion in 2024, resulting from revenues of COP 13,948 billion and expenses of COP 3,907 billion. Profits increased by COP 815 billion compared to 2023, primarily due to lower expenses, although partially offset by a decline in revenues. For 2025, profits are projected at COP 10,512 billion, supported by the high expected profitability of foreign reserves. However, this projection is subject to uncertainty related to reserve performance and monetary base growth.Reportes, Boletines e Informes. 2025-03-07Report of the Board of Directors to the Congress of Colombia - February 2025Item Open AccessInforme de la Junta Directiva al Congreso de la República - Marzo de 2023(Banco de la República) Ocampo-Gaviria, José Antonio; Steiner-Sampedro, Roberto; Villamizar-Villegas, Mauricio; Taboada-Arango, Bibiana; Jaramillo-Vallejo, Jaime; Acosta-Navarro, Olga Lucía; Villar-Gómez, LeonardoIntroducción En 2023 el Banco de la República celebra 100 años de su fundación. Este es un aniversario de gran significado, el cual ofrece la oportunidad de resaltar el aporte que el Banco ha hecho al desarrollo del país. Su trayectoria como garante de la estabilidad monetaria lo ha consolidado como la institución estatal independiente que genera mayor confianza entre los colombianos por su transparencia, capacidad de gestión y el cumplimiento efectivo de las funciones de banca central y culturales encomendadas en la Constitución y la Ley. En una fecha tan importante como esta, la Junta Directiva del Banco de la República (JDBR) hace un reconocimiento a las generaciones de directivos y funcionarios que con su compromiso y dedicación contribuyeron a engrandecer esta institución1. El mandato del Banco de la República se consolidó en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, para cuya integración los ciudadanos tuvieron la oportunidad de elegir a las setenta personas que tendrían como tarea redactar una nueva constitución. Los dirigentes de los tres movimientos políticos más votados fueron elegidos presidentes de la Asamblea, y esta presidencia tripartita reflejó la pluralidad y la necesidad de consenso entre las diferentes fuerzas políticas para sacar adelante la reforma. Entre los asuntos considerados, la Asamblea Nacional Constituyente le otorgó especial importancia a la estabilidad monetaria. Por esta razón decidió incluir el tema de banca central y dotar al Banco de la República de la autonomía necesaria para utilizar los instrumentos a su cargo sin injerencia de otras autoridades. El constituyente entendió que velar por la estabilidad de precios es un deber del Estado y que la entidad responsable de este cometido debe estar consagrada en la Constitución y contar con la capacidad técnica y autonomía institucional necesaria para adoptar las decisiones que considere pertinentes para alcanzar este objetivo fundamental, en coordinación con la política económica general. En particular, el artículo 373 estableció que “el Estado, por intermedio del Banco de la República, velará por el mantenimiento de la capacidad adquisitiva de la moneda”, disposición que coincidía con el esquema de banca central adoptado por países exitosos en el control de la inflación. En 1999, mediante sentencia 481, la Corte Constitucional indicó que “el deber de mantener la capacidad adquisitiva de la moneda no solo se predica de la autoridad monetaria, crediticia y cambiaria, esto es de la Junta del Banco de la República, sino también de quienes tienen responsabilidades en la formulación y ejecución de la política económica general del país” y que “la finalidad constitucional básica del Banco de la República es la protección de la moneda sana, pero esa autoridad debe tomar en consideración en sus decisiones los otros objetivos económicos de la intervención del Estado, como el pleno empleo, pues sus funciones deben coordinarse con la política económica general.” La reforma al Banco de la República concertada en la Constituyente de 1991 y en la Ley 31 de 1992 se puede resumir en los siguientes aspectos: i) asignó al Banco un mandato específico: mantener la capacidad adquisitiva de la moneda, en coordinación con la política económica general; ii) designó a la JDBR como autoridad monetaria, cambiaria y crediticia; iii) otorgó al Banco y a su Junta Directiva un importante grado de independencia frente al Gobierno; iv) prohibió al Banco otorgar crédito al sector privado distinto del financiero; v) estableció que para otorgar crédito al Gobierno se requería del voto unánime de su Junta Directiva, a menos que se trate de operaciones de mercado abierto; vi) determinó que el legislador, en ningún caso, podrá ordenar cupos de crédito a favor del Estado o de los particulares; vii) designó al Congreso, en representación de la sociedad, como principal destinatario del ejercicio de rendición de informes del Banco; y viii) delegó en el presidente de la República la función de inspección, vigilancia y control sobre el Banco de la República. Los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente entendieron claramente que los beneficios de una inflación baja y estable se extienden a toda la sociedad y contribuyen al buen funcionamiento del sistema económico. Entre los más importantes cabe mencionar que una inflación baja promueve el uso eficiente de los recursos productivos, al permitir que los precios relativos guíen de mejor forma la asignación de recursos, lo cual promueve el crecimiento económico y aumenta el bienestar de la población. Igualmente, una inflación baja reduce la incertidumbre sobre la rentabilidad esperada de la inversión y sobre el precio futuro de los activos, lo que aumenta la confianza de los agentes económicos, facilita la financiación de largo plazo y estimula la inversión. Una inflación baja evita redistribuciones arbitrarias del ingreso y la riqueza, debido a que los estratos de ingresos bajos de la población no pueden protegerse de la inflación mediante la diversificación de sus activos, y concentran una elevada proporción de su ingreso en la compra de alimentos y otros bienes básicos, ítems que generalmente son los más afectados por los choques inflacionarios2. Por otra parte, una baja inflación facilita las negociaciones salariales, lo cual crea un buen clima laboral y reduce la volatilidad del nivel de empleo. Finalmente, una inflación baja contribuye a que el sistema de impuestos sea más transparente y equitativo, al evitar las distorsiones que la inflación introduce sobre el valor de los activos y de los ingresos que componen la base tributaria. Desde el punto de vista de la autoridad monetaria, uno de los beneficios más relevantes de una inflación baja es la credibilidad que los agentes económicos adquieren en la meta de inflación, lo que la convierte en un ancla nominal efectiva sobre el nivel de precios. Al recibir su mandato, y en uso de su autonomía, el Banco de la República empezó a anunciar metas puntuales de inflación anual a partir de 1992. Si bien en esta primera etapa las metas de inflación propuestas no se lograron cumplir de forma precisa, sí se consiguió imprimirle a la inflación una tendencia descendente, que la llevó desde un nivel del 32,4% en 1990 al 16,7% en 1998. Para aquella época la tasa de cambio se mantenía dentro de una banda, lo cual limitaba la efectividad de la política monetaria, que buscaba cumplir simultáneamente una meta de inflación y un objetivo de tasa de cambio. La crisis asiática se contagió a las economías emergentes y afectó de manera importante a la economía colombiana. La tasa de cambio presentó una fuerte presión a la depreciación al cerrarse el acceso al financiamiento externo en condiciones de un elevado desequilibrio externo. Lo anterior, junto con la falta de flexibilidad cambiaria, impidió hacer una política monetaria contracíclica, lo que condujo a una contracción del PIB del 4,2% en dicho año. En este contexto de desaceleración económica, la inflación anual se redujo al 9,2% a finales de 1999, situándose por debajo de la meta del 15% que se había fijado para ese año. Este episodio reveló plenamente lo costoso que podría ser, en términos de actividad económica, el tener simultáneamente metas para la inflación y para la tasa de cambio. Hacia finales de 1999 el Banco de la República anunció la adopción de un nuevo régimen de política monetaria que denominó Esquema de Inflación Objetivo. Este régimen, conocido internacionalmente como ‘Inflation Targeting,’ venía ganando creciente aceptación en países desarrollados, al haber sido adoptado a partir de 1991 por Nueva Zelanda, Canadá e Inglaterra, entre otros, logrando importantes avances en el manejo de la inflación, sin incurrir en costos en términos de actividad económica. En América Latina, Brasil y Chile también lo acogieron en 1999. En el caso colombiano, el último requisito pendiente por cumplir para adoptar dicho esquema de política era la flexibilidad de la tasa de cambio, la cual se materializó hacia septiembre de 1999, cuando la JDBR decidió abandonar las bandas cambiarias para permitir que la tasa de cambio se determinara libremente en el mercado. De forma coherente con el mandato constitucional, el objetivo fundamental de este nuevo esquema de política consistía en “el cumplimiento de una meta de inflación que contribuya a mantener un crecimiento del producto alrededor de su capacidad potencial”3. Dicha capacidad potencial se entendía como aquel crecimiento del PIB que la economía puede obtener si utiliza plenamente sus recursos productivos. Para cumplir este objetivo la política monetaria debe cumplir necesariamente un papel contracíclico en la economía. Ello porque cuando la actividad económica está por debajo de su potencial y existen recursos ociosos, la autoridad monetaria puede reducir la tasa de interés ante la ausencia de presiones inflacionarias para estimular por esa vía la economía y, de manera inversa, cuando el producto supera su capacidad potencial. Este principio de política, que está inmerso en los modelos para guiar la postura de política monetaria, hace que, en el mediano plazo, sean totalmente compatibles los objetivos del cumplimiento de la meta de inflación y de un nivel de actividad económica compatible con su capacidad productiva. Para alcanzar este propósito, en el esquema de inflación objetivo se utiliza la tasa de interés del mercado monetario (a la cual el banco central suministra liquidez primaria a los bancos comerciales), como el instrumento primordial de política. Con ello se sustituyó la cantidad de dinero como meta intermedia de política monetaria, que el Banco de la República, al igual que varios otros bancos centrales, utilizaron por mucho tiempo. En el caso colombiano, el objetivo del nuevo esquema de política monetaria implicaba, en términos prácticos, que la recuperación de la economía, luego de la contracción ocurrida en 1999, debía lograrse al tiempo que se cumplían las metas decrecientes de inflación establecidas por la JDBR. De manera notable este propósito se cumplió. En la primera mitad de la década del 2000 la actividad económica logró una recuperación importante, hasta alcanzar un crecimiento del 6,8% en 2006. Entretanto, la inflación fue descendiendo gradualmente, en línea con las metas de inflación. Fue así como la tasa de inflación se redujo desde el 9,2% en 1999 al 4,5% en 2006, cumpliendo con la meta de inflación establecida para ese año, mientras que el PIB alcanzó su nivel potencial. Después de lograrse este equilibrio en 2006, la inflación repuntó al 5,7% en 2007, por encima de la meta del 4% fijada para ese año, debido a que el crecimiento del PIB del 7,5% superó su capacidad potencial4. Luego de comprobarse la eficacia del esquema de inflación objetivo en sus primeros años de operación, este régimen de política continuó consolidándose a medida que la JDBR y el equipo técnico ganaron experiencia en su manejo y se incorporaron modelos económicos de última tecnología para diagnosticar el estado presente y futuro de la economía, y evaluar la persistencia de los desvíos de la inflación y sus expectativas con respecto a la meta de inflación. A partir de 2010 la JDBR estableció la meta de inflación anual de largo plazo del 3%, que continúa vigente en la actualidad. La menor inflación ha contribuido a crear un entorno macroeconómico más estable, que ha favorecido el crecimiento económico sostenido, la estabilidad financiera, el desarrollo del mercado de capitales y el funcionamiento de los sistemas de pagos. Gracias a ello se lograron reducciones en la prima por riesgo inflacionario y menores tasas de interés de los TES y de crédito. A su vez, la duración de la deuda interna pública aumentó de forma importante pasando de 2,27 años en diciembre de 2002 a 5,86 años en diciembre de 2022 y la profundización financiera, medida como el nivel de la cartera como porcentaje del PIB, pasó de cerca del 20% a mediados de la década de los noventa a valores superiores al 45% en años recientes, en un contexto saludable de los establecimientos de crédito. Los logros tangibles alcanzados por el Banco de la República en el manejo de la inflación al haber contado con la autonomía que le otorgó la Constitución para cumplir con el mandato de preservar el poder adquisitivo de la moneda, junto con los importantes beneficios que se derivaron del proceso de llevar la inflación a su meta de largo plazo, hacen que el reto que actualmente enfrenta la JDBR de retornar la inflación a la meta del 3% sea aún más exigente y apremiante. Como es bien conocido, a partir de 2021, y especialmente en 2022, la inflación en Colombia volvió a convertirse en un serio problema económico, con elevados costos de bienestar. El fenómeno inflacionario no ha sido exclusivo de Colombia y es así como muchos otros países desarrollados y emergentes han visto alejarse sus tasas de inflación de las metas propuestas por sus bancos centrales5. Las razones de este fenómeno se han analizado en los recientes Informes al Congreso, y en esta nueva entrega se profundiza al respecto con información actualizada. La sólida base institucional y técnica que soporta el esquema de inflación objetivo bajo el cual opera la estrategia de política monetaria le da a la JDBR los elementos necesarios para enfrentar con confianza este difícil reto. Al respecto, en su comunicado del 25 de noviembre la JDBR reiteró su compromiso con la meta de inflación del 3,0%, la cual prevé alcanzar hacia finales de 20246. La política monetaria continuará enfocada en cumplir este objetivo, al tiempo que velará por la sostenibilidad de la actividad económica, tal y como lo ordena la Constitución. Las encuestas a analistas llevadas a cabo en marzo mostraron un incremento importante (del 32,3% en enero al 48,5% en marzo) en el porcentaje de respuestas que sitúan las expectativas de inflación a dos años o más en un rango entre el 3% y 4%. Este es un indicativo claro de recuperación de credibilidad en la meta de inflación a mediano plazo, lo cual guarda coherencia con el anuncio de la JDBR de noviembre pasado. La moderación de la tendencia alcista de la inflación que se observó en enero, y especialmente en febrero, contribuirá a reforzar esta revisión de expectativas de inflación, y ayudará a cumplir los objetivos propuestos. Luego de registrarse una inflación del 5,6% a finales de 2021, la inflación mantuvo una tendencia alcista a lo largo de 2022 debido a las presiones inflacionarias tanto de origen externo, asociadas con las secuelas de la pandemia y las consecuencias del conflicto bélico en Ucrania, como de origen interno, resultantes de: el fortalecimiento de la demanda local; los procesos de indexación de precios estimulados por el aumento de las expectativas de inflación; las afectaciones a la producción de alimentos provocadas por el paro de mediados de 2021, y el traspaso de la depreciación a los precios. Los aumentos del salario mínimo del 10% en 2021 y del 16% en 2022, que en ambos casos superaron la inflación observada y el incremento de la productividad, acentuaron los procesos de indexación al haber establecido un elevado referente de ajuste nominal. De esta forma, la inflación total aumentó al 13,1% a finales 2022. La variación anual de alimentos, que subió del 17,2% al 27,8% entre esos dos años, fue el factor que más influyó en la aceleración del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Otro rubro que contribuyó de manera importante a las alzas de precios fue el de regulados, cuya variación anual aumentó del 7,1% en diciembre de 2021 al 11,8% a finales de 2022. Por su parte, la medida de inflación básica sin alimentos ni regulados subió del 2,5% al 9,5% entre finales de 2021 y finales de 2022. El aumento sustancial de la inflación básica muestra que la presión inflacionaria se extendió a la mayoría de los rubros de la canasta familiar, lo cual es característico de procesos inflacionarios con una indexación de precios generalizada, como ocurre en Colombia. La política monetaria empezó a reaccionar tempranamente a estas presiones inflacionarias. Fue así como a partir de su sesión de septiembre de 2021 la JDBR inició un cambio progresivo de la postura de la política monetaria a partir del mínimo histórico del 1,75% de la tasa de interés de política al cual se había llegado para estimular la recuperación de la economía. Este proceso de ajuste prosiguió sin interrupción a lo largo de 2022 y hasta inicios de 2023, cuando la tasa de política monetaria alcanzó el 12,75% en enero pasado, con lo cual acumuló un incremento de 11 puntos porcentuales (pp). El público y los mercados se han mostrado sorprendidos de que la inflación continuara aumentando, a pesar de los significativos incrementos de la tasa de interés. Pero como lo ha explicado la JDBR en sus diversas comunicaciones, la política monetaria actúa con rezago. Así como en 2022 la actividad económica se recuperó hasta alcanzar un nivel superior al de prepandemia, impulsada, entre otros factores, por el estímulo monetario otorgado durante el período de pandemia y de los meses subsiguientes, así también los efectos de la actual política monetaria restrictiva se irán dando paulatinamente, lo que permite esperar que hacia finales de 2024 la tasa de inflación converja hacia el 3%, como es el propósito de la JDBR. Los resultados de la inflación en enero y febrero de este año mostraron incrementos marginales decrecientes (13 pb y 3 pb respectivamente), en comparación con la variación observada en diciembre (59 pb). Esto sugiere que se aproxima un punto de inflexión en la tendencia de la inflación. En otros países de América Latina, como Chile, Brasil, Perú y México, la inflación llegó a su techo y ha empezado a descender lentamente, aunque con algunos altibajos. Es previsible que en Colombia ocurra un proceso similar durante los próximos meses. El descenso previsto de la inflación en 2023 obedecerá, entre otros factores, a las menores presiones de costos externos por cuenta de la progresiva normalización de las cadenas de suministro, a la superación de los choques de oferta por razones de clima y por los bloqueos viales de años anteriores, lo que se reflejará en menores ajustes en los precios de los alimentos, como ya se observó en los primeros dos meses del año y, por supuesto, al efecto rezagado de la política monetaria. El proceso de convergencia de la inflación a la meta será gradual y se extenderá más allá de 2023. Dicho proceso se facilitará si se revierten las presiones a la devaluación, para lo cual resulta esencial que se continúe consolidando la sostenibilidad fiscal y se eviten mensajes en diferentes frentes de la política pública que generan incertidumbre y desconfianza. _______________________________________ 1 Este Informe al Congreso contiene el recuadro 1 que resume la trayectoria del Banco de la República en estos 100 años. Adicionalmente, con auspicio del Banco, varios libros que profundizan diversos aspectos de la historia de esta institución fueron publicados en años recientes. Véase, por ejemplo: Historia del Banco de la República 1923-2015; Tres banqueros centrales; Junta Directiva del Banco de la República: grandes episodios en 30 años de historia; Banco de la República : 90 años de la banca central en Colombia. 2 Es por ello que una menor inflación se ha reflejado en la reducción de la desigualdad del ingreso medida a través del coeficiente de Gini al pasar de 58,7 en 1998 a 51,3 en el año previo a la pandemia. 3 Véase Gómez Javier, Uribe José Darío, Vargas Hernando (2002). “The Implementation of Inflation Targeting in Colombia”. Borrador de Economía, núm. 202, marzo, disponible en: https://repositorio.banrep.gov.co/handle/20.500.12134/5220 4 Véase López-Enciso Enrique A.; Vargas-Herrera Hernando y Rodríguez-Niño Norberto (2016). “La estrategia de inflación objetivo en Colombia. Una visión histórica”, Borrador de Economía, núm. 952. https://repositorio.banrep.gov.co/handle/20.500.12134/6263 5 Según el FMI, la variación porcentual de los precios al consumidor entre 2021 y 2022 pasó del 3,1 % al 7,3 % para las economías avanzadas, y del 5,9 % al 9,9 % para las economías de mercados emergentes y en vías de desarrollo. 6 https://www.banrep.gov.co/es/noticias/junta-directiva-banco-republica-reitera-meta-inflacion-3Reportes, Boletines e Informes. 2023-03-31Informe de la Junta Directiva al Congreso de la República - Marzo de 2023Item Open Access18. Cambio climático, política monetaria y bancos centrales(Banco de la República) Taboada-Arango, Bibiana; Villamizar-Villegas, MauricioEl cambio climático es un desafío global con efectos profundos en la economía y la estabilidad financiera. Este capítulo aborda cómo los bancos centrales, incluyendo el Banco de la República en Colombia, deben ajustar su política monetaria y sus actividades ante los riesgos físicos y de transición derivados del cambio climático.Capítulos de libro. 2024-11-22Capítulo 18. Cambio climático, política monetaria y bancos centrales. Pág.:185-195Item Open Access14. ¿Por qué el Banco de la República no le presta al sector privado?(Banco de la República) Taboada-Arango, Bibiana; Villamizar-Villegas, MauricioEl capítulo analiza por qué el Banco de la República no financia al sector privado, explicando los efectos negativos que esto tendría sobre la estabilidad macroeconómica y el control de la inflación. También se revisa la historia de la política monetaria en Colombia y el impacto de modelos anteriores que promovían esta práctica. Los autores resalta la importancia de preservar la independencia del Banco de la República y de mantener su enfoque en la estabilidad de precios. A la vez, subraya la relevancia de instituciones especializadas para atender las necesidades de financiamiento del sector productivo.Capítulos de libro. 2024-12-22Capítulo 14.¿Por qué el Banco de la República no le presta al sector privado?. Pág.147-153Item Open AccessReport of the Board of Directors to the Congress of Colombia - July 2022(Banco de la República) Restrepo, José Manuel; Carrasquilla-Barrera, Alberto; Steiner-Sampedro, Roberto; Villamizar-Villegas, Mauricio; Taboada-Arango, Bibiana; Jaramillo-Vallejo, Jaime; Villar-Gómez, LeonardoIn compliance with Article 5, Act of Congress 31/1992, the Board of Directors of Banco de la República hereby submits to the Congress of the Republic of Colombia their Report to Congress on the macroeconomic results for the fi rst half of 2022 and the outlook for what remains of the year for its consideration. The recent developments in infl ation and the decisions made by the Bank’s Board of Directors in this context are presented. Furthermore, the changes in the local financial and the credit markets, the country’s foreign balance, the breakdown of the foreign reserves and their performance, the fi nancial position of the Bank and its forecasts, and the trend of payments in the Colombian economy are described. Cordially, Leonardo Villar Gómez Gerente GeneralReportes, Boletines e Informes. 2024-06-14Report of the Board of Directors to the Congress of Colombia - July 2021
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